Resulta ser que en la mañana del 12 de Febrero de 1947, un meteoroide de unos 10 metros se incrustó en la atmósfera terrestre. Luego de fragmentarse y producir un superbólido se estrelló en forma de lluvia de meteoritos en las montañas Sikhote-Alin, en la frontera Ruso-China.
Por suerte nadie fue dañado. Pero dejó millones de pedazos de meteoritos y varios cráteres de impacto de decenas de metros de diámetro. Los meteoritos son todos metálicos (Hierro-Níquel) y la masa total de los fragmentos recuperados se estima en 70,000 toneladas. Fue uno de los mayores meteoritos caídos en el Siglo XX.
Lo interesante del caso es que un artista plástico ruso, P.J. Medvedev, fue testigo del evento y decidió pintar un cuadro al óleo sobre este particular espectáculo. Dicha obra hoy está en el Fersman Mineralogical Museum de Moscú.
Fíjense los lectores de este blog la similitud con el evento de Cheliábinsk, sobre todo la enorme columna de humo que dejó el meteorito al pasar por la atmósfera.
(Maximiliano C. L. Rocca)
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