El rover de la NASA Curiosity lleva casi cinco años explorando el cráter Gale, en Marte. Su último descubrimiento ha sido confirmar que el cráter albergó un lago duradero, y que las aguas del lago tenían diferentes características químicas dependiendo de su profundidad. Es la misma estructura que suelen presentar los lagos en la Tierra, y que proporciona hábitats variados para diferentes comunidades microbianas.
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Interpretación artística del cráter marciano «Gale». (© Kevin M. Gill) |
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