La reciente revelación de detalles de un nuevo destructor ruso, el Proyecto 21956, por parte de una compañía naval rusa, ha reavivado el interés por el futuro de la Armada de Rusia. En esta nota, el autor brinda algunas pistas sobre las características que tendrán los próximos buques de superficie de esa fuerza.
En buques de guerra medianos los rusos han seguido estos esquemas: construyen un destructor especializado en lucha antisubmarina y uno en escolta de escuadra (los últimos fueron las clases Udaloy y Sovremenie respectivamente), y un crucero. Las funciones son bien diferentes. Los grandes buques antisubmarinos tienen la función de hacer bastiones seguros para los SSBN desde donde lancen sus misiles. Los destructores de escuadra, tienen capacidad antiaérea y antibuque y participan del despliegue de flotas o escuadras antibuque, como el Kirov o los Slava.
Normalmente de éstos se encarga el Bureau Severnoe, mientras que los buques como portahelicópteros o portaaviones los desarrolla Nevskoe (también está Krilov pensando en este segmento).
La clase Sovremenie fue construida propulsada por calderas de vapor, que proporcionaban más potencia y autonomía, pero ocupaban más espacio, y los Udaloy por turbinas de gas. En el último buque botado (Admiral Chabanenko) se hizo una fusión de ambos proyectos. Es un Udaloy, pero armado con los misiles antibuques de las Sovremenie y la artillería de éstas (el cañón de 130 doble). Tienen el sistema de defensa antiaérea de las Udaloy, e incorporaba el CIWS o CADS Kashtan de defensa de punto. Y propulsado por turbinas de gas. Tiene menos autonomía y velocidad, pero más espacio interno.
Buque ruso “Admiral Chabanenko”. (© Benjamín Marfil) |
Es muy probable que la Armada de Rusia esté evaluando el desempeño de los nuevos (y costosos) destructores norteamericanos de la clase Zumwalt.
En su último rompehielos están probando un sistema de propulsión turboeléctrico propulsado por un reactor nuclear compacto (el RITM200), y es posible que estén pensando en propulsión mixta (Nuclear y/o Gas) para un crucero, y CODAG o COGAG (Combined Diesel and Gas o Gas and Gas) para el destructor, pero usando propulsión eléctrica. El problema de los nucleares es que el costo de recambio de los elementos combustibles es entre el 10 y el 30% del costo de la nave, por lo que al final se terminan quedando en puerto hasta el recambio, como les pasa a los tres Kirov que están en Severodvinsk.
El bureau OKBM Afrikantov, ha construido la gran mayoría de las plantas de propulsión nuclear de los buques de guerra rusos. Los reactores de los Kirov y del posible portaaviones son los KN-3, cuya versión civil es el KLT-40 y la versión en tierra es el VBER-300.
Los rusos están hablando de tener en el mar al menos tres escuadras, con seis portaviones, lo que implica al menos seis cruceros de escolta con capacidad AEGIS y unos 12 destructores de escuadra con excelente capacidad antiaérea (el Proyecto 21956 parece estupendo para esto, quizás lo desarrollaron sin que la Armada de Rusia lo pida pero con el propósito de “tentarla”), además de los cuatro buques de desembarco Mistral que han adquirido a Francia, y escoltas de buena capacidad como las recientes 22350 (pero atención, las 22350 tienen la misma capacidad operativa que un destructor; reemplazan a las fragatas de la clase Krivak que eran escoltas de escuadra).
Proyecto 21956. Propuesta de destructor ruso de nueva generación. |
Proyecto 22350. Fragata rusa de nueva generación. |
El tema es que primero la Armada de Rusia tiene que decidir si va a construir portaaviones o no y, si es así, cuántos. Luego determinará cantidades de sus cruceros y destructores de escuadra. En cuanto a las capacidades de los mismos, no tienen problemas, porque los rusos tienen excelentes sistemas de defensa aérea y ataque naval, por ejemplo las versiones navales de los S-300 y S-400, radares navales AESA, y misiles P-700 y P-800. De allí verán si les es útil una sola clase de destructores polivalentes o siguen haciendo dos, uno antisubmarino y otro antibuque y antiaéreo, y además un crucero AEGIS. Algunas fuentes dicen que van a modernizar los cuatro Kirov, y a reponerles el combustible nuclear.
Verán si siguen los pasos de utilizar propulsión eléctrica como los americanos o siguen con la tradicional con reductores y ejes.
Es posible que les instalen láser y armas de energía dirigida (consumen una cantidad de energía gigante) y de todo esto verán el costo. Seguramente serán también stealth antiradar (como los proyectos 21956 y 22350) pero deberán reducir la firma acústica (como el Zumwalt). Y no costar tanto (como el Zumwalt) que hagan que sólo puedan construir dos o tres.
Finalmente, los rusos tal vez decidan instalar en sus futuros buques –destructores y/o cruceros–, al sofisticado sistema S-400 (o incluso el S-500) como sistema de defensa y protección contra misiles balísticos, para hacer una cortina como la de los americanos.
(*) Profesor Titular, Facultad Regional Mendoza, Universidad Tecnológica Nacional
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